Los pedos futboleros alcanzan diversas manifestaciones. Los yorugas, que al final llegaron dignísimanente cuartos, agotaron en las farmacias de Montevideo todo el stock de jarabes contra la disfonía y ansiolíticos para tomar en sopa. Los registros civiles se cansaron de anotar a bebitas a las que les zamparon Celeste así fueran más negras que un tizón y estuvieran envueltas en ositos y mantitas color rosa. Pero el colmo fue cuando apareció un botija que se descolgó con que a su descendiente le quería poner María Vuvuzela pero cómo será que hasta a ellos les pareció mucho y le dijeron que esperara, tenían que pedir autorización. Alfredo Orellano, director nacional del Registro Nacional, aceptó la veracidad de la versión y aclaró que también se debe respetar la ley que prohibe darle a los nuevos ciudadanos con cualquier cosa que se presten a la confusión, la extravagancia o el ridículo, aclaró, faltaba más, tanto quilombo por una selección dirigida por el profesor Oscar Washington Tabárez, ¿no es cierto?
Todas las chifladuras inimaginables porque ocurrieron y no se pueden creer. Como si no fuera loco de nacimiento. Tarzanadas, desmesuras, salidas de madre, delirios, zarpes y todo aquello de lo que pueden ser capaces los muchachos del tablón y alrededores, dirigentes incluídos. Ahora, único, noticias de todo el mundo en exclusiva y directo. También tevé en vivo, claro.