sábado, julio 15, 2006

ACADEMIA Y UNIVERSIDAD NO SE IGUAL


LA PELOTA ES UN NEGOCIO REDONDO

Si la Universidad de Buenos Aires está en la lona, el Racing Club de Avellaneda, la vieja y muy gloriosa Academia, ya viene rodando hace rato como bolita de purrete arrabalero, quebró, el presunto salvataje de las instituciones nacionales se convirtió en un asunto de Estado y lo que es peor, está gerenciada, que en argentino futbolero básico es lo mismo que privatizada pero no y no hay nadie que se vaya pobre, a pedir limosnas o integrar piquetes. Pero eso no es obstáculo para que sigan desfilando figuras públicas con o sin ráiting, peleas, fantasmas de cierre total y, ahora, que una institución apegada al club que ya no se sabe si es club o una SA encubierta, se quedó con un predio de la UBA con la autorización de la legislatura bonaerense por unanimidad. Dicho de una, por ley
.

El sambenito lo sacó a relucir el programa Informe Central, que conduce Rolando Braña por Canal 2, y de movida mereció los desmentidos de práctica. A la cabeza de la operación está la Racing Club Asociación Mutual, fundada casi con el nuevo siglo y en el medio del aquelarre. Entre sus fundadores está el abogado Luis Alberto Otero, un rostro muy conocido por su diaria aparición en los noticieros del Canal 13. Cinco días después, en una nota de cabeza de página de la edición dominical de Clarín, el diario más vendido del país y parte del multimedio donde el mencionado es locutor televisivo, se anticipaba el inicio de acciones legales en dos fueros, el civil, tras el objetivo de resarcimientos económicos, y el penal, por injurias, calumnias, difamación, etc., contra el Canal 2 y el periodista que carga con la responsabilidad de la conducción del espacio. Para los legos no deja de ser curioso que no se dice ni una palabra del actual vicerrector de la UBA, el veterinario Franco, porque fue él quien habló en el programa de usurpación, en cuyo caso el canal y el periodista caen en el reproche por la propalación. En el TXT se insistía que originalmente el predio que lleva el nombre de la legendaria Tita había sido cedido por Ferrovías, los privatizadores del tren a los que se les cae gente y otras yerbas por no mantener el parque recibido y cada día ofrecen peor servicio. Los caminos cruzados y contrasentidos se hacen muy difíciles de seguir.


La mutual comenzó a funcionar como una escuela primaria en la sede del club y a la vez empezó a gestionar para tener predio propio y a la escolaridad privada, agregarle cancha de entrenamientos para las divisiones inferiores y la formación de futuros jugadores para el club. Conseguido el terreno se le puso el nombre de Tita Mattiuzzi, la legendaria canchera del doble cilindro, que nunca se casó ni tuvo hijos porque la Academia fue toda su vida.
Ahora tanto la mutual como el nombre de la figura televisiva han salido a relucir porque en el medio de la bolsa de gatos que es la UBA cuando le quisieron poner las manos encima a un predio propiedad de la universidad, con instalaciones y todo, donde encima hay edificación y funciona el CBC de la zona, ha aparecido la palabra usurpación, la figura del gobernador Felipe Solá calificando que por el momento creía que los legisladores habían actuado por ignorancia y que no iba a decir más hasta contar con otros elementos. En la pantalla chica, entre tanto, el doctor Otero no quiso ser entrevistado por su colegas del Canal 2 y se habla como siempre de equívocos, malas interpretaciones, errores, malos entendidos, pero las características de la zona, los chicos, la educación y el fútbol hacen una mezcla muy explosiva. No en lo inmediato, porque educarse y patear una pelota no le hacen mal a nadie. El asunto es que aparte del negocio de la educación privada puede estar encubriendo a un Dormi, que es el nombre elegante que tienen los criaderos de pichones de cracks y que para muchos, colegas del doctor Otero inclusive, se lleva a las patadas con los Derechos del Niño. También surgida la palabra usurpación, que como todo el mundo sabe nomina a un delito, mientras aparentemente está todo incurso en los dichosos terrenos sentimentales futboleros, que se precian de apolíticos y de puramente deportivos hasta que aparecen los millones de dólares, los estancieros, los asesores del Banco Mundial, los publicistas y los políticos completando el plantel.

¿Empezamos de vuelta?