miércoles, julio 08, 2009

LULA DA SILVA, ANDA A PATEAR BAULES

El primer magistrado del país hermano, una de las potencias mundiales actuales, dirigente gremial con una casa de fin de semana que tiene en San Pablo una canchita de papy para estirar las piernas con sus hijos amigos, algo que cuaquier dirigente gremial de morondanga tiene (ya van a ver cuando Moyano se levante su propio Maracaná en Villa Celina...), y es obviamente brasileño. También hincha del Corinthas. En la investigación de campo durante 5 años en esas tierras de la socióloga gringa Janet Lever llegó a la conclusión, entre otros, que podía haber una chifladura propia del futibol. Y eso que no lo conoció a Lula. Ni se lo presentaron. Si hubiera tenido el gusto anota la hipótesis científica en el primer congreso sobre el ramo. El garotiño ya armó su flor de quilombito cuando Carlitos Tevez, gracias a la mafia rusa y Humberto Jr., fue a su club. A Su Majestad el presidente no le gustaba. La soja y las reservas estratégicas del globo le importan un pomo cuando aparece la globa. Y hoy a la noche Gremio de Porto Alegre juega el partido de ida de la final por la Libertadores en La Plata, contra los pinchas de Estudiantes, en pleno apogeo de la Influenza A, más conocida como Gripe Porcina, no del Macaco. A vosé presidente no tuvo mejor idea que pedirle garantías al gobierno argentino para que sus egregios compatriotas no sean cogidos por sorpresa por el terrible flagelo. ¿De qué los querés a los barbijos, gordito? ¿De lycra verdeamarhila está bien?

Si, Janet. Hay una locura del fútbol. El primer pirucho es el compañero Lula da Silva, primer magistrado de la hermana República Federativa de Brasil, una cintura casi de oro como estadista y a punto de entrar a babear y todo. Si lo agarran a tiempo podrían curarlo o por lo menos sedarlo algo.