La fama de mufa de los quemeros está. Quizá haya comenzado cuando se les vino abajo un pedazo de tribuna de hormigón el día de la inauguración del Tomás A. Ducó, medio siglo ha, o partir del asesinato de Héctor Tito Souto, en 1967. Vaya a saberse. La jettatura no es una ciencia exacta, es cierto, pero es dura. Si hasta el gran Ringo Bonavena, qepd y nos acompañe, que fue de la barra y hasta tuvo que poner plata de su bolsillo para comprar un jugador, mandó a plantar ruda macho atrás de los arcos para ver si de casualidad entraba alguna. Tenían una vidriera, tenían, cuando era el que tenía que atacar Huracán. El canchero de entonces fue más allá y se compró un caburé que lo soltaba al pastito mientras la cancha estaba libre y después lo guardaba en su cubil, abajo de las tribunas, al reparito de las ventoleras, no vaya a ser cosa que se cogiera un resfriado...
Estos campeonatos al 50% que se están jugando ahora para la tele los encuentra en un racha que se pellizcan cuando se encuentran por la avenida Caseros, en el Bajo Flores, la Quema u orándole a la Virgen Desatanudos. No lo pueden creer. ¡Y les alcanza con el empate! Hasta Tucho Méndez, Massantonio y el viejo Stábile se van a colgar del travesaño. A algunos se les empezó a soltar la cadena cuando justo que tenían que jugar el partido decisivo al país se le da por hacer elecciones y menos mal que ni el Pingüino ni el Colorado son del Globo. Hubiera sido el colmo. Pero no va que El Modelito se fue a la mismísima, la presidenta se olvidó de hacer el cambio de domicilio y la pobre tuvo que ir y volver en el día hasta el Calafate, con el frío que hace para poder votar, encima no poderlo hacer por el marido que es santacruceño y votaba en Olivos, se mueren dos más de gripe porcina o influenza A, la terminan de renunciar a la ministra de Salud Pública, aparece la Guardia de Infantería contra la epidemiología y estuvieron a un tris de querer jugar el partido sin público.
Hubiera sido el colmo. ¡Pantallas gigantes con barbijo! Desde el 73 que no mojan el pancito y justo a los bichitos ésos, que son mexicanos para colmo, se les da por venir para disfrutar las bondades de la nieve de nuestros inviernos blancos y diga que está TyCSports defendiendo los intereses del pueblo, que si no la ñata sobre el vidrio.
Encima hay constancias de los berracos cuervos haciendo cadenas de oración no sólo por Vélez sino, llegado el caso, que los quemeros tuvieran que festejar a cancha vacía y dar la vuelta olímpica saludando al chancho del influenza. Pero no: anoche hacía tanto frío que hasta los cubitos tiritaban, se las aguantaron hasta haciendo saltos mortales, una en la vida, viejo, una solita, no se puede faltar, y a partir de las 08:00 de hoy, en menos de tres horas, se agotaron las 3 mil populares y 1 mil plateas con que generosamente los del Fortín le dieron a sus dignos rivales en nombre del fair play y que ni siquiera se escuche lo que gritan, si no es que por la epidemia al segundo ¡Daaale, Glooo! no se quedan con las agmídalas al aire.
Lerdos como siempre, ya sea protector solar, viseras, vinchas o lo que sea a la ocasión la pintaron calva para el merchaidising y la creatividad: BAR-BI-JOS con los colores sagrados. Los de Vélez arrancaron primero en un taller de costura de Versailles, total es un pedazo cuadrado de tela blanca y una V cagona color azul, todo a cinco pesos por tapaboca. Los quemeros se las van a ver negras. Estampar el globito de Jorge Newbery no es barato y la mano anda floja. A uno se le ocurrió simplicar y sobre la boca poner una H roja, pero no faltó el pinchaglobos que dijo que eso iba a parecer que tenían la boca cosida.
La HiTech se puede hacer presente con todo y para hacer valer el poder adquisitivo de este retorno a las cavernas que es la Sociedad de Consumo. Como del cuadro que sea, el trapito de mierda baja el volumen del griterío andaban en ponerle un minicrófono adentro y un parlante de salida, o dos, llegado el caso, todo es cuestión de precio, para colgarse de las orejas. Claro, después de dos horas de partido el del al lado queda más boludo que lo de costumbre después de un partido de fútbol, pero todo sea por un campeonato y por el sentimiento.
Por el sentimento, sobre todo.
Todo está bajo control. Ahora sólo falta -ruda macho en la verija, pata e'conejo en el llavero- que llegue el domingo y nos agarramos tal tos, perdón, tal pedo con tetra que a la gripe porcina la van a dejar con un shock hepático o directamente cirrosis.
¡Vamos, Globo, todavía!
¡A los barbi esterilizados, muchachos, vamo! ¡Diez manguito y son los último! ¡Con cambio porque te cobro veinte, yo soy un banco, no soy! ¡Y dejate de protestar que con la paliza que cobró el Pingüino se va a ir hasta Moreno y nos vas a llegar tiempo para chillarle!
¡Ya vienen esterilizados y socios del clú, muchachos! ¡La chancha y los veinte!