miércoles, junio 23, 2010

ESOS SI QUE ERAN NEGROS CON APELLIDO

En uno de los tantos tristes fragotes con la cana sudafricana, a las señas como el Penado 14, un enardecido rojo de Avellaneda, hombre de Grondona, ante las cámaras de tevé trataba de explicarle a un impetérrita cana local que la banderita de 25 metros de largo no jodía a nadie, en todos lados hinchan por pavadas:

-No hay nada que hacerle -se desinfló antes de apelar a la antropología-. Es otra cultura. Andá a hacerle entendé que nosotro vivimo del fulbo.

Lo que se dice un pensamiento macizo. Pero las denuncias ante cámara de un godito de perita al estilo Los Tres Mosqueteros se apropió de la originalidad. Pertenecía a las huestes arias de Deportivo Laferrere. Denunció a todos los vientos la disciminación de que habían sido víctimas. Cuando el periodista destacado (queremos decir que lo habían mandado a Sudáfrica 2010, nada más) quiso saber más en torno a tan delicado asunto, nuestro compatriota no se anduvo con chiquitas ni arrugó:

-No sólo nos metieron en cana sino que nos mandaron a un pabellón común. ¡Estaba todo lleno de africanos!

¡Qué hijos de puta! Ni un vikingo 500 kms. a la redonda.

-¡Eso es discriminación! -siguió clamando el bravo, todavía aterido de espanto por las caripelas de los chicos que tenían guardados y que los miraban como a un platito de brevas maduras, argies al dente, nunca lo habían soñado.

¡Que venga el INAMI, que venga!