martes, octubre 26, 2010

NO SOMOS NADA, PAUL

SE SALVO QUE LO AGARRARAN LOS GALLEGOS Y LO DEPORTARAN A UNA CAZUELA, COMO SI FUERA UN PIOJOSO SUDACA

Ayer a la mañana, cuando apenas tenía dos años, los cuidadores del acuario alemán de Oberhause, fueron hasta la pecera (¿se dice así o pulpera y parece la de Santa Lucía?) y se encontraron con que el célebre Paul tenía los tentáculos lacios como helecho seco y no respondía a ninguna bandera. No se sabe qué le duró menos en esta sociedad: si la celebridad o la vida. Embocó siete pronósticos, incluso se tiró contra los dueños de casa porque él era inglés de nacimiento, y aunque pronosticó el triunfo de los galaicos en la final contra los holandeses ni siquiera tres golpes de sangre tuvo, para morise de perfil, como le hubiera cantado el poeta granadino, porque el pobre era feo desde donde se lo mirara. Ahora anunciaron que dentro de dos días lo incineran. Lo único que faltan que vayan hasta el Atlántico Norte y tiren las cenizas al mar. Cosas vederes, Sancho, cosas vederes...